Vicente Montés, un jurista ejemplar

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Publicado en el diario Las Provincias. Domingo, 23 agosto 2009.

Vicente Montés, un jurista ejemplar
Fco. Javier Orduña Moreno. Catedrático de Derecho Civil. Universitat de València.

Nunca es tarea fácil emitir opinión alguna en quinientas palabras, pero todavía es más ardua si se quiere destacar las múltiples bondades y virtudes del Profesor Vicente Montés, Catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Valencia y jurista insigne, que desgraciadamente nos dejó pare siempre el pasado siete de agosto.

Vicente Montes fue ante todo y sobretodo un brillante Catedrático y un auténtico Maestro del Derecho Civil. Doctor en Derecho por la Universidad de Bolonia, fue Catedrático de Derecho Civil en la Universidad de Oviedo, en la Universidad de Murcia y finalmente en la Universidad de Valencia, donde se había formado como jurista y a la que siempre quiso con total devoción durante los casi treinta años en los que como prestigioso catedrático y con plena dedicación formó generaciones de buenos civilistas con sus múltiples e inolvidables lecciones magistrales, cargadas de sabiduría, de sistemática, de fina retórica, de sugerencias y, sobretodo, aderezadas con una inteligencia y una brillantez exquisitas y únicas que daban cuenta de su gran formación humanista, no sólo por el profundo conocimiento del Derecho Civil sino por su magistral domino de la literatura, la historia, la música, la geografía, el arte o la filosofía.

Vicente Montés completó su formación universitaria con la práctica profesional, lo que marcaba y enriquecía todavía más la formación que daba a sus alumnos y a sus discípulos, y de hecho destacó como excelente Abogado, llegando a ser Socio y Director del prestigioso Despacho Cuatrecasas en Valencia.
Siendo Magistrado de la Sala Primera del Tribunal Supremo, y con una carrera profesional todavía muy prometedora, le sorprendió una terrible enfermedad contra la que luchó durante más de dos años con una inagotable entereza y actividad y con la misma alegría y entusiasmo de siempre, dejando Sentencias magistrales en las que se aprecia su preocupación por delimitar bien el caso y formular una sabia doctrina jurisprudencial, clara, didáctica y compartible por todos, en la que se condesaba su vasto caudal del conocimiento jurídico.

Todo ello explica el profundo vacío y el hondo pesar que su ausencia ha dejado en la comunidad universitaria, compensado en parte por una rica y valiosísima obra para la Ciencia del Derecho Civil materializada en tantos y buenos libros, artículos, manuales, lecciones y sentencias, o en las revistas jurídicas que el impulsó y presidió, como la Revista de Derecho Patrimonial, la Revista Aranzadi de Derecho y Nuevas Tecnologías o el Anuario de Derecho Concursal. Asimismo deja como legado una prestigiosa Escuela de Civilistas que cuenta ya con varios catedráticos, entre los que me encuentro, y que serán en breve muchos más por el sistema de acreditación que privilegia el mérito, el esfuerzo y la excelencia universitaria, pilares sobre los que el Profesor Montes forjó a varias generaciones de discípulos.

En definitiva, Vicente Montés, por su espíritu jovial y emprendedor, por su continuo esfuerzo, pasión y dedicación a la Universidad Española y a todas las instituciones en la que trabajó o a las que representó, por su absoluta Maestría y excelencia en el ámbito de la Ciencia del Derecho Civil y por su infinita humanidad, especialmente para mí que fue mucho más que mi Maestro, encarnan un referente a seguir como modelo de jurista ejemplar y de ahí que dedique hoy estas breves líneas para honrar su memoria, algo que seguiremos haciendo sus discípulos permanentemente en el ámbito universitario y académico.