En la ciudad boliviana de Santa Cruz, la Navidad se vive en manga corta, mucho calor y en las piscinas. Ver el Belén, a Santa Claus o el árbol de Navidad al lado de un termómetro que marca 40º C es lo propio de estas latitudes.
Por eso en estas fechas también son las de las vacaciones de verano que empiezan ahora y terminan después de Carnaval, en febrero o principios de marzo, según el año. Es entonces cuando empieza el curso universitario, por eso la Fundación Universitas en su sede en Bolivia ‘se va de vacaciones’, hasta el inicio de las clases.
Eso sí, antes han celebrado la Navidad con un churrasco solidario. Cada uno de los asistentes llevó un regalo. En total se reunieron 40 juguetes que el fin de semana siguiente se llevaron a los niños del hogar infantil del Hno. Mateo, en uno de los barrios periféricos de la ciudad. Los voluntarios de la Fundación y de la Casa de la Juventud pasaron el día con los niños acogidos en el hogar. El agradecimiento y la alegría de los niños llenaron el corazón de paz y el alma de grandes propósitos para seguir ayudando a los más necesitados, además del claro objetivo de seguir con el trabajo desde estas instituciones cruceñas que tanto nos ayudan a todos.